
Cuando yo era chiquillo nunca estaba en la casa. Me encantaba andar en los potreros y los cafetales, bañándome en los ríos, cazando mariposas, subiéndome a los árboles y montando caballos. Sólo llegaba a la casa a las horas de comer...y qué comidas las que hacía mi mamá.
Los niños de ahora se la pasan encerrados en la casa, entre rejas, metidos en Internet, comiendo comida chatarra, y jugando PlayStation, Wee o viendo tele...todo el día.