domingo, 12 de julio de 2009

Chaya Guillén

De todas y todos los niños del barrio, Chaya era la más sucia. Siempre andaba con moretes y raspones y tenía varias cicatrices que lucía con orgullo. No le importaba ensuciarse la ropa cuando se metía en el barro para hacer figuras que después pintaba. . Le encantaba subirse a los árboles a bajar frutas maduras, andar a caballo sin montura, perseguir mariposas en el campo, correr en los potreros elevando cometas de papel que ella misma hacía con el bambú que traía del río. Todo el día jugaba. Y jugar tiene su precio: ensucia la ropa. Pero eso a Chayita no le importaba. ..era la más cochina, pero, la más feliz.