Pues a este monarquilla se le ocurrió escribir un cuento.
Bueno, la idea no sería tan descabellada para alguien con cierto nivel de inteligencia, y un toque de imaginación.
Pero para este reyezuelo eso ya era pedir demasiado, puesto que el muy pobrecito no tenía cerebro ni para un derrame. Y lo que es peor, su esposa era tan boba como las dos hijas que habia parido.
Pero no voy a contar todo el libro, titulado "El rey que quería escribir un cuento", escrito por Lara Ríos y editado por Farben -creo.
Cómprelo, si quiere y léalo, si puede. Está feamente ilustrado por mí.